Introducción
En el tema dos se tratan dos temas diferentes
pero, a la vez, muy vinculados: la fealdad y la belleza.
2.1 Lo feo lo cómico y lo obsceno.
Este apartado nos habla en primer lugar del
pudor, cómo la incomodidad está presente en las conversaciones al hablar de
genitales, sexo o excrementos y como la visión de estas a cambiado a lo largo
de las épocas.
En las sociedades donde se sufre un elevado
sentimiento del pudor suele darse lo contrario, la obscenidad, presentada
como algo cómico y con el objetivo de hacer reír.
En el mundo antiguo, las representaciones de
Príapo (hijo de Afrodita) nos muestra como se aunaba, obscenidad, fealdad y
comicidad y cómo la deformación suponía algo cómico e incluso los cambios de
roles, los cómicos tomaban papeles de altos cargos.
Sin embargo el mundo cristiano no acepta la risa,
la ve como algo casi diabólico, sin embargos existían momentos dedicados a
ella: la risa pascual, en la que se hacían chistes durante la celebración de la
Resurrección o incluso en misa.
La Edad Media nos muestra nuevos aspectos como el
erotismo en la poesía y su unión de la obscenidad y lo grotesco en las fiestas
y sobre todo el carnaval, dónde se realizaban parodias de todo lo relevante de
la sociedad.
En el Renacimiento se produce un importante
cambio importante: predomina lo humano sobre lo sagrado, esto modifica el
pensamiento en todas sus facetas y lo feo adopta en esta época rasgos
realistas, pudiéndose representar lo feo de una manera bella y lo obsceno
pierde ese carácter tabú.
2.2 La belleza como proporción y armonía.
Desde la antigüedad la belleza ha estado ligada a
proporción ya sea en la música, en la arquitectura, en el cuerpo humano, en la
naturaleza y en otras artes.
Datan estudios de s. XV sobre la relación entre
sonidos de melodías ya que consideraban que las melodías tenían una fuerte
influencia sobre la psicología de las personas.
Resulta visible la importancia de la proporción
en la arquitectura, es algo observable desde edificaciones del mundo antiguo hasta las actuales.
Desde los primeros pitagóricos prima el sentido
de la armonía y el equilibrio aplicable
a todos los campos y por lo tanto también a la belleza humana y a la naturaleza
y el, con la que el cuerpo humano se encuentra en armonía.
Tomás de Aquino añade a esta armonía la
necesidad de la adecuación al fin al que
está destinada la cosa, esto condiciona la belleza en todos sus campos.
Conclusión
La evolución de la belleza ha sufrido numerosas
transformaciones a lo largo de la historia, dependiendo de las modas, no creo
que sea necesario irse al mundo antigua a contrastar, de hace 20 años a hoy el
ideal de belleza ha cambiado y lo hace constantemente.
No sólo la moda condiciona lo bello, sino también
uno mismo, creo que la belleza tiene un carácter subjetivo importante que puede
basarse o no el icono de moda.
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